La familia se junta, todos ayudamos a ordenar la casa y a poner la mesa, se usa la vajilla buena y no se escatima en vino. Llega el día en el que somos 15 y se celebra pues... pues eso! el hecho de tener una familia y gente que te quiere y que está cerca de ti cuando lo necesitas. Durante toda la cena (o debería decir cenas, pues he asistido a dos cenas de acción de gracias) pienso en lo bien que estoy aquí y como me está afectando esta experiencia, pero también en mi familia española, a la que ni de broma olvido.
El pavo estaba buenísimo, el stuffing (una mezcla de pan desmenuzado y especias, que es con lo que rellenas el pavo), el puré de patata, las verduritas, la tarta de calabaza,... todo delicioso! Luego estuvimos la semana siguiente comiendo y cenando SÓLO restos.
En general fue una experiencia nueva de la que he disfrutado mucho y no me importaría repetir (creo que en navidad también comen pavo... He He...)
Gran pavo (para 15 personas)
Este es el postre que la madre nos hizo para la primera cena. Hehe...
Saludos canadienses, Mateo