Puedo recordar perfectamente las caras de los canadienses cuando les conté que en España tomamos (normalmente) una uva con cada campanada de año nuevo... "Que raros los europeos..." Y como no tenían muchas ganas de probar cosas nuevas (algo no muy extraño en mi host-family) a las seis en punto de la tarde yo estaba haciendo conexión Skype con España comiendo uvas con la pantalla del ordenador. No estuvo tan mal en realidad, y me gusto mucho ver a familia y amigos todos juntos.
Después de eso, celebramos el año nuevo (canadiense) de forma que estuvo bastante bien... Estuvimos una hora y media bañándonos en un jacuzzi bajo el cielo canadiense mientras nevaba, una experiencia que no me importaría repetir. Luego bajamos a la sala de abajo y vimos la "bola que baja" en NYC en la super-tele.
No os podéis imaginar cuanto cansa celebrar año nuevo dos veces en un día.
Saludos canadienses, Mateo